Céntrica y siempre con gente venida de cualquier lugar, la Puerta del Sol es uno de los emblemas de la ciudad, quizás por la tradición de las 12 campanadas de Nochevieja transmitidas desde su famoso reloj de la Casa de Correos desde 1962. Actualmente alberga la Sede de la Presidencia de la Comunidad de Madrid. A los pies del famoso reloj encontramos la placa del Kilómetro Cero, que señala el origen del kilometraje de las diferentes carreteras radiales nacionales que parten de Madrid. Alberga también la estatua del Oso y el Madroño y al norte está la estatua de la Mariblanca. Próxima a ella, en el centro de la plaza, se sitúa la estatua ecuestre de Carlos III, rey del siglo XVIII que modernizó Madrid.

Pasaremos por la Posada del Peine y conoceremos su curiosa historia; abierta en 1610 llegó a contar con más de 150 habitaciones y fue la más transitada de la capital, por su cercanía a la Casa de Postas y la Plaza Mayor,  y por el aumento exponencial de la población que muchas veces vivía en las posadas por falta de vivienda propia. 

A pocos metros encontramos la Plaza Mayor, que fue desde sus inicios la Plaza del mercado y una de las más bonitas de España, remodelada por Juan de Herrera en 1561 con motivo del traslado de la corte a Madrid en el reinado de Felipe II. En el centro de la plaza está la estatua de Felipe III.  

Saldremos por el Arco de Cuchilleros, el más famoso de las 10 salidas que tiene la Plaza Mayor y llegaremos a la calle de Toledo donde nos detendremos en la Colegiata de San Isidro, donde descansan los restos de San Isidro y su mujer Santa María de la Cabeza, patronos de Madrid. Actualmente es el Instituto Cervantes, de Educación Secundaria, y donde estudiaron, entre otros, Lope de Vega o Juan Carlos I.

Recorreremos las calles del barrio de La Latina hasta llegar a la Plaza de Cascorro, donde se erige la estatua de Eloy Gonzalo, soldado distinguido en la guerra de Cuba y desde donde podremos ver el emplazamiento del Rastro madrileño, mercado al aire libre que se celebra todos los domingos y festivos del año y que exhibe una muestra variopinta de objetos, productos y ropa de todo tipo. 

Nos dirigiremos a las Corralas, viviendas populosas y castizas de los siglos XVII, XVIII y XIX, que constaban de un corredor que rodea a un patio comunitario, el retrete era comunitario y no solían sobrepasar los 30 mts2. Hoy en día siguen habitadas y algunas destinadas a otros usos culturales.

Finalizada la visita comeremos en el restaurante asturiano Casa de Asturias, uno de los numerosos restaurantes del barrio de Lavapiés.